jueves, mayo 25, 2006

La Sombra de un León

En estos días estoy que ni yo me aguanto. Y es que no sé de dónde me ha salido un asfixie musical por Ana Belén y más específicamente por “Mucho más que dos” y mucho más específicamente por “La Sombra de un León” (escrita por Joaquin Sabinas). Tengo ese CD desde hace años, siempre me ha gustado, pero créanme, ahora es algo fuera de lo normal, ya creo que es patológico mi caso (heheheh, un poco de exageración). Alguna de las canciones del CD tuvieron su época, una vez le tocó a “Contamíname”, otra vez a “España Camisa Blanca de Mi Esperanza” (esa me encanta un paquete!), también “El Hombre del Piano” etc, etc, etc. Pero ninguna como la majestuosa “La Sombra de un León” si no la han escuchado (pero de verdad verdad) se la recomiendo 100%. Otra que es candidata a tener su época en un futuro no muy lejano es “Yo También Nací en 53”.

Tuve la intención de poner las letras de la canción al final de este post, pero mejor no, no es igual leer las letras que escuchar la canción, sentir la música e imaginarse el escenario mientras fluyen los versos. Les dejo con ese pendiente: escuchen la canción, no van a arrepentirse :D

1 comentario:

Apolus dijo...

Corrección: "A la sombra de un león".

Sabina es un contador de historias, de mis favoritos, y esa canción no pudo ser mejor interpretada por Ana en ese concierto, eso es lo que se llama ser intérprete.

No sé por qué, pero igual preguntaré, y en rima: todavía te apetece la canción, aunque diga que careces de abrigo al corazón?

Te dejo la letra, por si aún no la tienes:

A LA SOMBRA DE UN LEON

Llegó
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león
"¿Qué tal?
estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón."

Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el enfermo 16
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le robó en El Corte Inglés
Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener
Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.